No dejes que el miedo limite tus sueños.

El miedo es una emoción adaptativa, gracias al miedo hemos sobrevivido a numerosos peligros de la naturaleza, durante millones y millones de años. Es una emoción básica de supervivencia, hoy ya no existen esos peligros de supervivencia, ya no hay tigres que nos quieren comer, sin embargo, cada vez tenemos más y más miedo. Nuestras memorias de peligro siguen activas para protegernos, pero hoy, la mayoría de los miedos ya no son reales, ahora solo están en nuestra memoria y son activados por nuestro pensamiento constantemente.

Cuando hay miedo, se activa la amígdala, que es la que se encarga de desencadenar todo el sistema del miedo, es un sistema de emergencia que hace que nuestro cuerpo tenga las siguientes reacciones para dar fuerza y velocidad a nuestro cuerpo para así ayudarnos a huir del peligro y asegurar nuestra supervivencia:

· Aumento de la presión arterial (para tener más fuerza y rapidez)

· Aumento de la glucosa en sangre (para dar fuerza a los músculos de las piernas y los brazos para correr o luchar)

· Detención de las funciones no esenciales (ahora no son importantes)

· Aumento de adrenalina (para activarnos más rápidamente)

· Aumento de la tensión muscular (para tener más fuerza y aguante)

· Apertura de ojos y dilatación de pupilas (para ver bien el foco del peligro)

Estas reacciones fisiológicas hacen que nuestro cuerpo se prepare para correr o para defenderse, a veces nos paraliza, nos hacemos el muerto para no ser vistos. Aunque el miedo no sea real, tu cuerpo, tu inconsciente no distingue entre real o simbólico, tu emoción de miedo es lo único que entenderá, con lo cual activara ese estado de emergencia y no lo desactivara hasta que dejes de sentir miedo. Y para dejar de sentir el miedo, primero tienes que reconocer que tienes miedo y luego darte cuenta de que ese miedo no es real.

Hoy en día ya no existen los peligros que existían cuando vivíamos en las cavernas, pero el miedo sigue estando ahí, intentando protegernos continuamente.

Cuando tengas las reacciones descritas anteriormente, cuando tengas miedo, párate unos minutos y pregúntate si ese miedo es real o es producto de tu imaginación, si no es un miedo de supervivencia, traspasa ese miedo, haz lo que quieres hacer, hazlo con miedo y date cuenta de cómo el miedo desaparece. Si tu vida no está en peligro toma el control y no dejes que el miedo limite tus sueños.

Para aprender a superar el miedo, te puede ayudar mucho hacer una lista de cosas que te gustaría hacer y no haces por miedo. Empieza por cosas pequeñas como por ejemplo ir al cine sola y date cuenta de cómo tus miedos van desapareciendo.

En determinados momentos de miedo, si lo alimentas con tu poderosa mente, puedes llegar el pánico, que hará que se desactiven nuestros lóbulos frontales, retroalimentando el miedo más y más y haciendo que se pierda la noción de la magnitud de este y en muchas ocasiones el control sobre nuestra conducta.

Rosa Pavón Batlle
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