El proceso del duelo

Por duelo se entiende la sensación de pérdida sin posibilidad de recuperación. Las emociones y sentimientos que se producen como consecuencia de la pérdida de un ser querido son muy similares a las que podemos tener por otro tipo de perdidas, un divorcio, un trabajo, un amigo, una mascota, una casa….

La palabra duelo proviene del latín dolus, «dolor», y es la respuesta natural a una pérdida o separación. Es algo personal y único, cada persona lo experimenta a su modo y manera. Sin embargo, produce reacciones generales y comunes en prácticamente todos los seres humanos.

El paso del tiempo permite, a la mayoría de las personas, recuperarse de la pérdida. No todo el mundo necesita el mismo tiempo para superarlo ni pasa por las etapas del proceso de duelo de la misma forma ni orden.

El proceso del duelo consta de cinco etapas que hay que transitar para llegar a la aceptación de la perdida. Estas cinco etapas fueron propuestas por primera por Kübler-Ross, psiquiatra y escritora suizo-estadounidense, ella fue una de las mayores expertas mundiales en temas relacionados con la muerte. En 1969 escribió el  libro “On death and dying”, este libro está basado en el trabajo que realizó durante años con pacientes en fase terminal y afirma que después de la pérdida de un ser querido se inicia un proceso por el cual todos tenemos que pasar para llegar a superarla. Kübler-Ross cuenta que los enfermos en fase terminal y sus familiares también pasan por estas etapas antes de que se produzca la muerte.

PRIMERA ETAPA DEL DUELO: LA NEGACIÓN

"Esto no me puede estar pasando a mí, no puede ser, no es verdad".

La negación consiste en el rechazo consciente o inconsciente de los hechos o la realidad de la situación. Tu mente racional ve que esa muerte es real pero tu corazón se niega a creerlo. Es un   mecanismo de defensa que busca amortiguar el impacto que produce una perdida para dejar entrar en nosotros únicamente el dolor que estamos preparados para soportar en ese momento. 

SEGUNDA ETAPA DEL DUELO: LA IRA

"¿Por qué a mí? ¡No es justo! ¿Cómo me puede estar pasando esto a mí? ¿Qué he hecho para merecer esto?".

Cuando ya no es posible  negar la perdida, la ira toma el protagonismo dirigiéndose hacia el fallecido, hacia nosotros mismos, hacia amigos, familiares o incluso hacia personas desconocidas. Si no te permites sentir esa ira corres el riesgo de que quede bloqueada y persista en el tiempo.

Es importante que los familiares y amigos comprendan y dejen que se exprese libremente la ira sin juzgar o reprender a la persona ya que es necesario expresarla para liberarla y superarla.

TERCERA ETAPA DEL DUELO: LA NEGOCIACIÓN

"¿Qué hubiera sucedido si hubiera hecho esto o lo otro? ¿Cómo podría haber evitado que sucediera?"

En esta etapa, la mayor parte del tiempo se concentra en buscar respuestas a como se podría haber evitado esa perdida. Las  intenciones de volver el tiempo atrás es un deseo frecuente en esta etapa, nos culpamos por no haber reconocido a tiempo la enfermedad o no haber hecho algo para evitar que un accidente sucediera, etc. Nos quedamos en el pasado para intentar ver de qué manera se podría haber evitado mientras pensamos en lo maravillosa que sería la vida si éste ser querido estuviera aun con nosotros.

CUARTA ETAPA DEL DUELO: LA TRISTEZA

"Extraño a mi ser querido, ¿para qué seguir? La vida no tiene sentido"

En esta etapa se empieza  a comprender que esa persona está muerta y que no la volveremos a ver. Se vive un aislamiento social en el que se rechaza la visita de seres queridos. La tristeza es una emoción básica y biológica que nos ha servido durante millones de años para poder aceptar e integrar una perdida, es necesario vivirla para superarla y llegar a la aceptación. Es una etapa de cansancio y tristeza en la que levantarse cada día de la cama se convierte en una tarea realmente complicada que puede incluso llegar a transformarse en depresión pero si te permites sentir y vivir esa tristeza, la podrás trascender y  pasar a la quinta y última etapa.

QUINTA ETAPA DEL DUELO: LA ACEPTACIÓN

En esta etapa es muy importante no confundir aceptación con resignación. La resignación nos mantiene bloqueados en cualquiera de las etapas anteriores, cuando pensamos o hablamos de la perdida sentimos dolor, sin embargo con la aceptación podemos pensar y hablar de la perdida sin sentir dolor.

Esta última  etapa consiste en aceptar la muerte y aprender a vivir con esa perdida. Poco a poco la rutina diaria toma un mayor protagonismo y los recuerdos bonitos vuelven a aflorar sin sentimiento de culpa o ira, dejas de ver la perdida como un castigo y empiezas a comprender que la muerte forma parte de la vida.

La mayoría de las personas necesitan vivir etas etapas para superar un duelo, muy a menudo se quedan bloqueadas en alguna de ellas y esto tiene sus consecuencias ya que el bloqueo de cualquier emoción puede hacer que enfermemos o vivamos una vida triste durante un largo periodo de tiempo.

El proceso de duelo es muy personal y  no todo el mundo necesita el mismo tiempo para aceptar una perdida, por lo tanto, no debe ser ni acelerado ni alargado por motivos de opinión de los demás o de uno mismo, no nos podemos comparar con nadie, cada ser es único. 

En el proceso de duelo, se trata de reconocer y vivir las emociones que se sienten en cada momento para poder trascenderlas de forma natural.  

Las etapas no tienen por qué suceder en un orden concreto, puedes pasar de una etapa a otra hasta que finalmente aceptamos la perdida como un hecho natural que forma parte  de la vida. 

Sabrás que has superado una perdida cuando puedas pensar y hablar de ello sin sentir dolor.

Si tienes alguna persona querida que está pasando por este proceso de duelo, es muy importante entender y respetar su propio proceso natural, estar a su lado sin juzgar sus palabras o sus emociones, dejando que  exprese lo que siente para que el dolor se calme antes.

Para superar un duelo bloqueado de más de un año, te puede ayudar la la Hipnosis Ericksoniana o la escritura. Escribir lo que estas sintiendo te puede llevar a  ver en qué etapa se han producido el bloqueo. No importa que haya trascurrido muchos años desde que se produjo la pérdida, escribirlo y revivirlo te ayudara a liberar las emociones bloqueadas y así poder finalizar tu proceso de duelo para empezar a vivir de forma saludable y recuperar la alegría. 

Si ves que necesitas la ayuda de un profesional, no dudes en buscarla. Tu vida te lo agradecerá. 

Rosa Pavón Batlle